Hoy me ha dado por ponerme a buscar entre aquellas cosas interesantes que mantengo guardadas, y he ido a dar con el contrato que se les hacía a las maestras allá por el año 1923; una vez más he vuelto a sorprenderme.
Aquí os dejo el documento en el que se señalan los requisitos y las obligaciones que debían firmar las maestras para poder ejercer su profesión, cada cual más interesante... digamos.
Recuerdo la primera vez que nos enseñaron este contrato, cuando estábamos todavía comenzando la carrera -a más de uno/a le hubiese echado para atrás pensar que esto fuese así hoy en día.
Afortunadamente, se ha evolucionado, y aunque hoy en día la profesión de maestro/a no está lo suficientemente valorada, al menos hay muchas cosas que se han ido dejando atrás.
Si bien es cierto, que una parte de culpa es nuestra, de los propios profesionales, a la hora de hacernos valorar lo primero que debemos tener en cuenta es que somos nosotros mismos los primeros que tenemos que estar seguros de la labor que realizamos.
Queda mucho camino por delante, eso está claro, pero no debemos bajar los brazos. Mucho he aprendido a lo largo de estos años acerca de mi profesión. Somos pilares importantes de esta sociedad, es decir, no podemos considerarnos inferiores con respecto a otras profesiones por nada del mundo: estamos educando al futuro y hacia el futuro.
Las condiciones han mejorado, se puede comprobar aquí mismo, pero vuelvo a repetir que nos queda mucho por hacer.
Irene Ramos
He leído este contrato varias veces, pero cada vez que lo veo, me quedo igual de sorprendido. Lo que siempre me quedé es con la siguiente duda: ¿Sabes si este contrato se realizó antes o después de la dictadura de Primo de Rivera?
ResponderEliminarEste contrato fue redactado tras el golpe de estado de Primo de Rivera, y mediante él se trataba de que las maestras "dieran ejemplo" de cómo querían que se comportase la sociedad.
ResponderEliminarMuchas gracias por la respuesta Irene!
Eliminar¡Ojo! No se puede beber vino, cerveza o whisky. Sí se puede beber tequila, vodka o sidra ;-)
ResponderEliminarHecha la ley hecha la trama no Beatriz? Hay que estar en todo! ;)
ResponderEliminar11. Usar al menos 2 enaguas
ResponderEliminarNo deja claro cuál es el límite máximo. Un exceso de enaguas podría causar serias dificultades transpiratorias o incluso la muerte por asfixia.
Me pregunto cómo se llevaría a cabo la supervisión de esta obligación.
Supongo que el cumplimiento de esta norma eximía a la maestra del uso de otros accesorios, tales como refajos, corsés o pololos.
Un saludo.
Cierto Damián, sería interesante saber eso de buena mano... intentaré informarme. Muchas gracias por pasarte por el blog y dejar tu granito de arena :)
ResponderEliminar